La distrofia muscular es un grupo de trastornos genéticos hereditarios que provoca la pérdida de masa muscular, debilitando su fuerza y afectando a la movilidad de los pacientes. En esta enfermedad, los músculos se debilitan progresivamente y dañan los tejidos y células de las fibras musculares debido a la falta de una proteína muscular llamada distrofina.
Los médicos han clasificado la distrofia muscular en 9 tipos.
- Duchenne
- Miotónica
- Cinturas de las extremidades
- Facioescapulohumeral
- Becker
- Oculofaríngeo
- Congénito
- Emery-Dreifuss
- Distal
Al principio, una parte concreta del cuerpo se debilita o se desgasta, ya que, debido a la distrofia muscular, el cuerpo deja de fabricar proteínas musculares, que son las responsables de construir los músculos y mantenerlos fuertes. Se trata de un trastorno genético irreversible que suele manifestarse en los niños afectados en los primeros años de vida. Gradualmente, a lo largo de los años, los niños se debilitan y pierden la capacidad de andar y transportar objetos. La enfermedad también empieza a afectar a los músculos del corazón y los pulmones, causando graves problemas cardiacos y respiratorios.