Inicialmente se realizan exámenes estándar para determinar si el paciente ha sufrido un ictus. Las pruebas incluyen la comprobación de la tensión arterial, la frecuencia del pulso, la sensibilidad corporal y los reflejos. También se hacen otras pruebas para detectar la localización, el tipo y la causa del ictus. Estos exámenes incluyen una angiografía de la cabeza, un ecocardiograma (ECG), un TAC, un dúplex carotídeo (ecografía) y una angiografía por resonancia magnética (ARM). Nuestros médicos de Life Altering Stem Cell Therapy también revisarán tu historial médico y tendrán en cuenta tu edad para determinar tu idoneidad para la terapia con células madre para la recuperación tras un ictus. Tienes que proporcionar detalles completos de tus tratamientos anteriores, trastornos de salud preexistentes, alergias, síntomas actuales, efectos del ictus y estado de salud general tras el ictus. Tras analizar a fondo tu estado, nuestros especialistas cualificados en células madre decidirán si eres apto o no para recibir células madre.