El autismo, también denominado Trastorno del Espectro Autista (TEA), es un grupo de trastornos del neurodesarrollo que se observan en los niños y que se caracterizan generalmente por anomalías en el habla y las interacciones sociales. Suele aparecer en niños o bebés de entre 2 y 4 años, con dificultades para comprender cosas sencillas, emociones y expresiones. Se trata de una afección neurobiológica congénita (de nacimiento) que inhibe el correcto funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso, provocando dificultades para comprender el comportamiento, las emociones y las interacciones sociales y, simultáneamente, para responder a ellas. En general, hay cinco trastornos o afecciones neurológicas y del desarrollo que entran dentro de la definición de Trastorno del Espectro Autista. Son los siguientes
- Autismo
- Síndrome de Asperger
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
- Trastorno desintegrativo infantil (TDI), y
- Trastornos generalizados del desarrollo (TGD)
Los niños autistas suelen tener problemas para percibir las cosas básicas y necesitan un enfoque modificado para enseñarles las actividades cotidianas y ayudarles en su crecimiento académico. En la mayoría de los casos, dependen de los cuidadores para sus actividades rutinarias diarias debido a su falta de capacidad para comprender y percibir el mundo que les rodea.